El proceso de molienda garantiza la máxima granulometría para las harinas. La granulometría es necesaria en diferentes mercados para proporcionar una buena mezcla con otros productos o para evitar que los animales se ahoguen. La temperatura de la harina, el porcentaje de grasa, la cantidad de hueso o materia mineral y el orificio de la malla son algunas de las variables que determinan la producción del molino. También son importantes los periféricos, como la tolva de alimentación controlada, la tolva pulmón en la salida y el sistema de separación de partículas por molienda. Es posible instalar un tamiz vibratorio que previamente separa las partículas según la granulometría esperada. El tipo de molino más común es el de martillos de alta rotación, que presenta una gran durabilidad y un mantenimiento reducido. También se utilizan molinos de impacto y de cizallamiento, dependiendo del tipo de materia prima y de las especificaciones del producto final.
