En el secado utilizamos vapor indirecto presurizado o aire caliente directamente sobre la materia prima para separar el agua por evaporación. El proceso se utiliza para secar las harinas (de carne, pescado, plumas, pelo y sangre), el salvado vegetal y los lodos. Los secadores de vapor indirecto tienen la ventaja de tratar los olores resultantes de los vapores y asegurar una mayor eficiencia energética. Normalmente trabajamos a una temperatura entre 90ºC y 110ºC a la salida del producto. En el sistema con aire caliente directo las temperaturas son variables, dependiendo de las especificaciones de diseño. La ventaja es una mayor calidad del producto final. La materia prima no tiene presencia de grasa y para elegir el secador de aire caliente es importante saber el tipo de combustible a utilizar: gas natural, GLP, BPF u horno de leña. También es posible desarrollar soluciones que combinen varios tipos de secadores, según la humedad, eficiencia y calidad requeridas.
